Sin embargo, me siento muy consolado por elementos que ayudan a la comprensión de lo que se expone en este blog, muy en comunión con la Iglesia Católica.
Qué mejor ejemplo que el Catecismo de la Iglesia. En éste, leemos sobre el Cielo (entre paréntesis pongo algún comentario mío):
1024: Esta vida perfecta con la Santísima Trinidad, esta comunión de vida y de amor con Ella, con la Virgen María, los ángeles y todos los bienaventurados se llama "el cielo".
1027: Este misterio de comunión bienaventurada con Dios y con todos los que están en Cristo sobrepasa toda comprensión y toda representación. La Escritura nos habla de ella en imágenes: vida, luz, paz, banquete de bodas, vino del reino, casa del Padre, Jerusalén celeste, paraíso: "Lo que ni el ojo vio, ni el oído oyó, ni al corazón del hombre llegó, lo que Dios preparó para los que le aman" (1 Co 2, 9) (también para los que le aman conjuntamente en santo Matrimonio)
1029: En la gloria del cielo, los bienaventurados continúan cumpliendo con alegría la voluntad de Dios (esa voluntad es la llamada de Cristo, la vocación) con relación a los demás hombres y a la creación entera
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